Oxana, que tenía 23 años cuando se grabó el sorprendente documental había aprendido el comportamiento canino luego de que sus papás la abandonaran y fuera criada por una jauría de perros.
La niña solía caminar con sus manos y rodillas en el piso, además bebía agua, latía y tomaba agua de la llave, para ser más concretos, hacía todo lo que hace un perro. Aunque ella había sobrevivido de esta manera, lo cierto es que, para el momento del clip Oxana tenía la edad mental de una niña de 6 años, sabía algunos números, pero no sabía contar, a veces decía su nombre con dificultad.
La joven nació en 1983 y se crió en una granja en ruinas en el pueblo de Novaya Blagoveschenka, en Ucrania, desde entonces convivió con la jauría de perros desde los 3 años de edad hasta los 8.
Según informaciones, Oxana fue abandonada, porque al parecer sus padres eran alcohólicos y una noche decidieron dejarla fuera de casa y olvidarla. Fue allí donde la niña con tan solo 3 años de edad se resguardó del frío junto a una jauría de perros. ”Yo les hablaba a ellos. Ellos ladraban y yo los imitaba. Era nuestra forma de comunicarnos”, aseguró la joven luego de que años después fuera ayudada y aprendiera a hablar.
En 1991, un vecino alertó la situación y llamó a las autoridades, quienes rescataron a Oxana cuando tenía solo 8 años. Ya en el orfanato, aprendió a caminar erguida, a comer con las manos y a comunicarse con humanos.
Pese al esfuerzo de quienes querían ayudarla, Oxana nunca pudo recuperarse del todo, pues, la experiencia le había generado un fuerte retraso en su capacidad para comunicarse, tanto así que a los 20 años continuaba actuando como un perro, jadeaba con la lengua afuera, se sacudía cuando se mojaba, escondía objetos que le daban y ladraba perfectamente como un perro.
Aunque se desconoce en la actualidad qué es de la vida de Oxana, se rumora que se encuentra en un instituto para personas con discapacidad, pues fuera de la clínica no tendría protección alguna debido a su problema para socializar.